El autismo se define como un trastorno generalizado en el desarrollo de los niños que se caracteriza por problemas en tres áreas fundamentales: interacción social, lenguaje y comportamiento. Algunos niños tienen condiciones más severas que otras pero con una detección temprana y tratamiento agresivo y constante, muchos niños autistas pueden aprender, socializar, hablar y desempeñarse como otros niños típicos de su edad.
Un diagnóstico de autismo se basa precisamente en el comportamiento del niño. Aunque se dice que la edad promedio para diagnosticar alguna condición dentro del espectro de autismo es a los dos años, entidades como Autism Speaks indican que hay señales desde los seis meses que pudieran requerir una evaluación temprana.
A seguir una lista de “banderas rojas” que pueden ser indicios clínicos de que su niño o niña puede padecer de algún desorden dentro del espectro del autismo, una condición que se dice afecta a 1 de cada 166 niños.
Comportamiento entre los seis (6) a dieciséis (16) meses
Si el bebé no se sonríe o se expresa a los seis meses, comparte sonidos o expresiones faciales a los 12 meses, o pronuncia algunas palabras a los 16 meses, es buena idea llevarlo a evaluar, ya sea con su pediatra o un especialista.
“Los bebés se desarrollan a su propio ritmo, y muchos no siguen los parámetros exactos descritos en los libros. Pero los niños con autismo suelen mostrar algunos signos de retraso en el desarrollo a 18 meses. Si usted sospecha que su hijo puede tener autismo, discuta sus preocupaciones con su médico. Mientras más temprano comienza el tratamiento, más eficaz será”. – Mayo Clinic
Destrezas sociales limitadas
Algunas señales de que el niño puede sufrir de la condición de autismo se reflejan en su comportamiento. Si el niño no responde a su nombre, ofrece poco contacto visual, aparenta no escuchar a veces, se resiste a que lo abracen o toquen, o prefiere jugar solo — dentro de su “propio mundo” — pudiera existir la posibilidad de autismo.
Se tarda en hablar
Una “bandera roja” muy común en los niños que no han sido diagnosticados a una temprana edad es la falta de habla. Si a los dos años el niño no ha comenzado a hablar, o por alguna razón pierde la habilidad de decir palabras u oraciones que ya había aprendido, pudiera estar mostrando señales de autismo. Hay niños que hablan en un tono o ritmo atípico — cantando o hablando como un robot. La repetición de palabras sin sentido o la falta de habilidad por parte del niño de comenzar o continuar una conversación también se incluyen dentro de la lista de señales del trastorno.
Comportamiento inusual
Los niños autistas suelen llevar a cabo movimientos repetitivos, como balancearse, dar vueltas o aletear sus manos y brazos. También suelen a desarrollar rutinas o rituales específicos y cualquier cambio en esa rutina — por más mínimo que sea — puede ser motivo de preocupación o reacción adversa. Por otro lado, una señal de autismo también pudiera ser una fascinación inusual con las partes de algún objeto, por ejemplo, con las ruedas de un carrito de juguete.
No todos son iguales
Se dice que la mayoría de los niños con autismo son lentos en aprender conceptos o habilidades nuevas y algunos presentan signos de baja inteligencia. Sin embargo, otros niños autistas tienen inteligencia normal a alta. Estos niños aprenden rápidamente aún con sus problemas de comunicación, aplicando lo que saben de la vida cotidiana y ajustándose a situaciones sociales.